El Monumento

Capilla y claustro de San Esteban

JUNTO A LA MURALLA ORIENTAL del monasterio, dentro de la clausura, en un espacio reservado exclusivamente a los monjes y a los huéspedes, se encuentra la hermosa capilla de San Esteban, del siglo XII, con su claustro adjunto. Esta capilla era el oratorio de la enfermería, y junto al claustro, existente, y una nave conservada sólo en parte, integraba esta dependencia tan necesaria, convenientemente separada de las otras edificaciones monásticas, reservada para los monjes enfermos, con su dormitorio, capilla y claustro.

  • El ex-abad de Poblet Esteban I (1160-1165), promovido a obispo de Huesca, pagó parte de las obras de esta capilla, y quizá por eso fue dedicada a su patrón, san Esteban Protomártir. Se trata de una nave simplicísima, de sillares labrados, con imposta y bóveda apuntada, sin arcos torales, como la nave adyacente. Lo más destacable, por su belleza y simplicidad, es el elegante ventanal románico del muro oriental. Son contemporáneas a la capilla las hornacinas del muro sur, destinadas a credencia, y la del muro norte, donde se encuentra el sagrario. En el muro sur hay otro pequeño ventanal original, igualmente románico. Además del original crucifijo de hierro forjado, moderno, preside la capilla una imagen románica de la Virgen con el Niño en su regazo. Construida hacia 1180, se conmemora su dedicación el día 1 de julio, según consta en el Breviario del rey Martín el Humano. La comunidad canta en ella cada día la plegaria de Sexta, y es un lugar que invita a la oración silenciosa tanto a los monjes como a los huéspedes.
  • El claustro es posterior a la capilla. Primero construyeron la gran nave de la enfermería, hoy conservada sólo en parte, después la capilla y, finalmente, el claustro. Empezado a finales del XII, fue terminado quizás en el XIII. Las columnas gemelas originales con sus capiteles fueron sustituidas por las actuales pilastras de sección rectangular en el s. XV, por problemas de estabilidad, a causa de las obras del piso superior. Los arcos y arquitrabes, decorados con motivos vegetales, son los originales del siglo XII. La capilla de San Esteban comunica con el claustro a través de una sencilla puerta dovelada. En el muro oriental, cerca del ventanal de la capilla, se encuentra la bella escultura gótica de san Antonio abad.